Una ruta impresionante por uno de los rincones más bonitos de Castellón. La más representativa y conocida de todas las de la Tinença de Benifassà, que a nadie va a defraudar.
Distancia: 6,04 Km. ida y vuelta.
Tipo de recorrido: lineal.
Desnivel acumulado subiendo: 431 m. (ida y vuelta)
Altitud máxima: 1189 m.s.n.m.
Que la Tinença de Benifassà sea considerada por algunos como los Pirineos del sur puede resultar pretencioso, pero es verdad que cuando estás ahí por primera vez se te hace difícil creer que estés en la provincia de Castellón. El paisaje es realmente espectacular y hay rutas para todos los gustos. La más representativa quizá sea esta, la del Portell de l’Infern. Se trata de una ruta fácil y apta para todos los públicos, si bien puede resultar un poco pesada para los niños pequeños.
Saldremos desde el mismo pueblo de Fredes y nos adentraremos en un precioso bosque de pinos que por sí mismo ya hace que la ruta valga la pena. Cuando nos vengamos a dar cuenta estaremos recorriendo un camino al abrigo de diversas balmas y con unas espectaculares vistas a un profundo valle. De principio a fin es una ruta que vale mucho la pena.
Se puede hacer perfectamente con mochila portabebés, aunque no con carro, ya que el camino es bastante pedregosos e irregular en algunos tramos. Bien señalizado, con las marcas rojas con el logo del parque natural, no tiene pérdida. Si vamos con críos mayores vale la pena, a la vuelta, desviarse hacia el Salt de Robert haciendo la ruta circular.
Cómo llegar
La ruta se inicia en el mismo pueblo de Fredes. La forma más fácil de llegar es por la AP-7. Saldremos por la salida 42 en dirección Vinaròs/Ulldecona/Alcanar y N-238, para inmediatamente tomar la CV-11 en dirección Sant Rafael del Riu. Entraremos en provincia de Tarragona hacia la Sènia, por la TV-3319 y volveremos a entrar inmediatamente en la provincia de Castellón por la CV-105 en dirección a la Tinença. Poco después de pasar por encima de la presa de Ulldecona nos desviaremos hacia Fredes por la CV-106. Justo a la entrada del pueblo podremos aparcar tras desviarnos a la izquierda y buscaremos el inicio de la ruta tras cruzar a pie la carretera, hacia el sur, por el carrer de Baix.
El recorrido
En el mismo pueblo ya encontramos las primeras indicaciones. Veremos indicadores del GR-7, pero prestaremos atención a los paneles rojos con el logo dels Parcs Naturals. Saldremos del pueblo por un camino que transcurre junto a un riachuelo y empezaremos a subir suavemente buscando la Font del Teix. En pocos metros entraremos en un bosque de pinos precioso.
La primera mitad del recorrido es en ascenso suave, pero estaremos tan concentrados en el entorno que ni nos daremos cuenta de que estamos subiendo. Antes de la Font del Teix veremos que a nuestra izquierda nos llega el ramal del recorrido que viene del Salt de Robert, pero nosotros seguiremos por la derecha.
En muy poco tiempo llegamos a la Font del Teix. La senda es amplia, pero en nuestro caso, tras una madrugada de lluvia, todo el camino era un reguero de agua que teníamos que ir sorteando. Los pequeños se lo pasaron bomba. Seguimos subiendo hasta llegar al punto más alto de la ruta, donde saldremos a la solana y el paisaje cambiará. Aún así, empiezan las vistas espectaculares.
Bajamos por camino pedregoso, pero sin dificultad, buscando el Mas del Pitxon. Se nos abren unas bonitas vistas de la Tinença y alcanzamos a ver el mar.
Crestearemos, siempre en descenso, hasta asomarnos al valle que tenemos al otro lado de la montaña. Entraremos a las inmediaciones del Portell a través de una abertura en la montaña que parece estar hecha aposta.
Tras una bajada con algo más de pendiente llegamos a la zona de las balmas. Estamos en un camino angosto a media altura en la montaña, con unas vistas espectaculares. El entorno es precioso. Dejaremos a nuestra izquierda el desvío que va hacia el Salt de Robert, y seguiremos por la derecha, muy cerca ya del Portell.
El camino nos dejará una bonita balconada para pararse a mirar, a escasos 50 metros del final. El Portell no está señalizado como tal, pero lo identificaremos fácilmente al tratarse de una balma algo más profunda, a partir de la cual el camino gira a la derecha entre dos paredes de roca para empezar a bajar por bosque en dirección del pantano de Ulldecona. Hay espacio suficiente para sentarse a descansar y pegar un bocado antes de volver por el mismo camino.
Como conclusiones…
De lo más bonito que podremos ver en la Comunitat Valenciana si vamos con niños. No hay detalle negativo en esta ruta. Quizá vale la pena ir con mayores de 5-6 años, porque sí que es verdad que el desnivel subiendo en la vuelta se les puede hacer un poco largo a los más pequeños, pero si tenemos un buen día por delante no hay prisa por llegar. No hay parte de esta ruta que no tenga encanto. Nosotros fuimos con muy buenas referencias, y aún así nos sorprendió.
Una respuesta a “El portell de l’Infern”