Otra idea corta para buscar buenas vistas sin grandes trayectos.
Distancia: 3,45 Km. ida y vuelta.
Tipo de recorrido: lineal.
Desnivel acumulado: 250 m.
Altitud máxima: 922 m.s.n.m.
Lo mejor: El entorno, en el corazón de la sierra Calderona.
Lo peor: La senda en sí no tiene grandes alicientes.
Volvemos a buscar cimas asequibles y con recorridos cortos, para aprovechar las mañanas del verano antes de que empiece a subir el termómetro. Esta vez subimos el pico del Águila, al que se puede llegar fácilmente desde Gátova, población engastada en la sierra Calderona, y en el límite del parque natural. No se trata de un camino bonito o una senda con encanto; el atractivo reside en el entorno y en las vistas que tendremos desde arriba, por lo que no la considero lo que diríamos una ruta ideal para los más pequeños. De hecho, esta ruta la hice con mi hijo mayor, de ocho años, que ciertamente la disfrutó. El pequeño, con cuatro, seguramente se hubiera aburrido porque no hay más aliciente que coger el camino y subir y subir en una pendiente constante.
El recorrido no tiene mayor dificultad; en su mayor parte caminaremos por pista asfaltada, aunque tendremos que estar atentos cuando toque salir de la pista para adentrarnos en una senda estrecha, y nos tendremos que fijar bien en las encrucijadas (encontraremos unas cuantas) para no tomar el camino equivocado. Con la información que tenía del recorrido nos vino bien echar mano del GPS, aunque luego descubrimos «in situ» que al final es tan sencillo como seguir las marcas del GR-10. La mayoría de las marcas rojas y blancas están en buen estado, aunque en ocasiones algo escondidas. Únicamente dejaremos el GR para tomar una pista asfaltada que nos llevará directos a la cima, alrededor de 1 Km después de empezar la marcha.
Podemos plantear el recorrido entero por pista asfaltada, que resultará más sencilla, aunque más larga. Por esta pista se puede subir en coche hasta el mismo vértice geodésico. Sin embargo, vale la pena atajar por la senda, que le da algo de «emoción» y encanto.
Comentar por último que la parte de senda está bastante protegida del sol de la mañana, lo cual nos vino muy bien tratándose de un día de Agosto.
Cómo llegar
Llegaremos a Gàtova por la CV-25, tanto desde Llíria como desde Segorbe. Dado que el pueblo es pequeño y las calles estrechas nosotros decidimos dejar el coche junto a la carretera y atravesar el pueblo a pie. Tampoco está de más dar un paseo y conocerlo. Se puede llegar en coche hasta el inicio de la ruta también. En nuestro caso, dejamos el coche en la calle Valencia, en la misma carretera, junto a un parque en el que se encuentra el centro de salud. Si queremos ir directos al inicio de la ruta, seguiremos por la carretera, si venimos desde Valencia, hasta pasar por un puente. A mano derecha nada más cruzarlo, entraremos al pueblo por la calle Castellón y seguiremos después por la izquierda por la carretera Monte Rodeno tras pasar junto al lavadero. Por aquí saldremos del pueblo y en el siguiente cruce tomaremos el ramal de la derecha, que nos conduce directos al inicio del recorrido, justo a la entrada del pueblo donde confluyen la calle Segorbe y la calle Águila.
Aquí, tras pasar el puente, entraremos en el pueblo.
El recorrido
Comenzaremos a ascender desde el principio por pista asfaltada, siguiendo las marcasa del GR. Dejaremos algunas calles que nos saldrán a mano iquierda y un poco más a delante sadremos de la pista por la derecha, por una senda.
Debemos prestar atención a las marcas, que en algunas ocasiones pueden estar algo escondidas, aunque están. Mi enano, que es un fanático de encontrar las marcas antes que nadie, estuvo muy motivado con el tema.
A los pocos metros de comenzar a subir por el camino, en la siguiente bifurcación, tomaremos el camino de la izquierda. Atentos a las marcas, porque me generó bastantes dudas hasta que encontramos las aspas.
Tras subir unos pocos metros por aquí, volveremos momentáneamente a la pista asfaltada para salir inmediatamente, esta vez sin dudas por la buena visibilidad de las marcas. Esta fue la parte más entretenida. Aunque corta en metros, fue la que proporcionalmente nos llevó más tiempo. Vamos ganando altura, y a nuestras espaldas las vistas empiezan a merecer la pena.
Volveremos a salir de nuevo a la pista forestal, que ha subido haciendo zig-zag, a la altura del mojón de Santa Lucía. Veremos que la pista está asfaltada a nuestra izquierda y sin asfaltar hacia la derecha. Aquí dejaremos el GR-10, que se irá hacia la derecha junto con el PR que se le superpone. Desde aquí a la cima no hay pérdida, ya que la pista sube directa a la caseta forestal.
Con la cima a un tiro de piedra, en este punto nos daremos de morros con la sierra de Espadà y el Penyagolosa asomando por detrás. Abarcamos desde Segorbe hasta el mar, y la sierra Calderona a nuestra derecha.
Desde aquí hasta la cima la arboleda es escasa y caminaremos sin sombra, pero nos acompañarán las mejores vistas de todo el recorrido.
Como conclusiones…
Si bien el recorrido no tiene más que subir y pasar un rato con los pequeños, sin grandes alicientes, esta ruta nos da la posibilidad de alcanzar con facilidad otra cima en la Calderona, ya rozando los 1000 metros, y que por su localización nos ofrecerá unas vistas diferentes a las que nos tiene acostumbrados la Calderona. Corta y asequible para los niños mayores, pienso que para los más pequeños puede resultar algo aburrida y monótona. Tenemos un geocaché en la cima, por si vamos con buscadores de tesoros.